Luego de cualquier cirugía debe existir un reposo absoluto, es decir en cama, de 2 a 3 días aproximadamente. Una vez transcurrido este tiempo se recomiendan comenzar a incorporarse al día a día poco a poco, con actividades que no requieran un esfuerzo mayor o una exposición indebida. Con respecto al ejercicio físico se recomienda reiniciarlo luego del segundo mes. Igualmente el médico indicara un reposo más detallado dependiendo de cada intervención y de cada paciente.
El cirujano recetará los antibióticos necesarios para prevenir y evitar cualquier tipo de infección.
Para evitar las molestias y los dolores luego de las cirugías, el médico medicará análgesicos de acuerdo a las necesidades de cada paciente. De igual forma, los antiinflamatorios se recetan para promover la desinflamación y la recuperación de los tejidos.
• Vitamina C: Para reforzar la coagulación, estimular el sistema inmunológico (defensas), y optimizar la cicatrización.
• Árnica: Proveniente de una planta, este producto reduce de manera importante la aparición de “morados”(equimosis). Y es antiinflamatorio.
• Jugo de lechoza con piña
• Aspirina y similares.
• Anticoagulantes.
• Aceite Omega 3.
• Lecitina de Soya.
• Reductores del Colesterol.
• Vitamina E.
Después de cualquier intervención, y cuando el médico lo recomiende, el paciente debe realizar la cura de las heridas, en las cuales se debe quitar el vendaje, limpiar la zona con un jabón antiséptico, de ser necesario, cubrir con alguna crema y colocar nuevamente una gasa o apósito para cubrir la herida. De igual forma, es importante evitar la exposición al sol y al calor, y, en su defecto, utilizar frío local para tratar la inflamación y el dolor.
En algunas cirugías es necesario utilizar fajas y/o vendajes (preso terapia) para que hagan una presión moderada en la zona tratada, de modo que el resultado de la intervención sea el indicado. La presión de estos elementos debe ser moderada y vigilada periódicamente por el cirujano, el cual irá haciendo ajustes.
Igualmente, en algunos casos, el cirujano indicará la realización de masajes para la recuperación de la cirugía. Estos masajes solo deben ser realizados solo cuando el cirujano lo indique y de la forma que él diga, siendo impartidos por la persona calificada recomendada por el médico.
Los drenajes quirúrgicos son tubos de pocos milímetros que sirven para extraer la sangre y otros fluidos que, tras la cirugía, se pueden acumular alrededor de la herida.
Estos tubos tienen unos orificios en su extremo distal que se colocan en el espacio de la cirugía donde puede existir acumulación de líquido y en el otro extremo se encuentra el recipiente cerrado, que acumulará aquello que se extraiga de esta cavidad.
Los drenajes quirúrgicos están especialmente indicados pues disminuyen el riesgo de hematomas o acumulaciones de líquido y disminuye el riesgo de complicaciones.
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